Estamos acostumbrados a escuchar que el desayuno es la comida más importarte del día y por ello no deberíamos salir nunca de casa sin desayunar. Esto no es así. Todas las comidas son importantes y todas las ingestas que realicemos a lo largo del día son una nueva oportunidad para hacer las cosas lo mejor posible.
Si el hecho de desayunar de forma obligatoria nos hace hacerlo de forma rápida y eligiendo productos poco recomendables es casi mejor optar por no desayunar.
¿Cuáles son los errores más frecuentes en el desayuno?
- Abusar de alimentos procesados: Un clásico en los desayunos de niños y mayores. Son productos como: los cereales refinados y altamente azucarados, la bollería industrial, todo tipo de galletas, panes refinados...
- Abusar de zumos con alto contenido en azúcares: Los zumos de frutas nunca podrán sustituir a una pieza de fruta entera. Al exprimir la fruta separamos la fructosa de su matriz y liberando sus azúcares.
- No incluir proteína: La proteína es el nutriente más saciante que podemos consumir. Los desayunos habituales suelen carecer de esa fuente proteica como serían los huevos, queso, jamón, yogures, lácteos...
- No consumir fruta fresca y entera: Cualquier fruta es buena opción para aportar fibra y un buen porcentaje de vitaminas y minerales. Además, su alto contenido en agua le aporta poder saciante.
- Consumir lácteos desnatados: lo ideal sería consumir los lácteos enteros aprovechando su saciedad, su vitamina D, su calcio y sus grasas saludables.